EL CONTEXTO HISTÓRICO
A fines del siglo XVI y principios del XVII, durante los
reinados de Felipe II y Felipe III, los Países Bajos querían
independizarse de España. Este movimiento estaba dirigido por el noble Guillermo
de Orange. En 1590, la ciudad de Breda ya estaba en
manos holandesas.
En 1609 se firma la tregua de los doce años. Cuando Felipe IV subió al trono en 1621, la tregua finalizó y la guerra comenzó de nuevo. Felipe IV quería recuperar esa plaza tan importante desde la cual se podrían hacer otras conquistas. Felipe IV nombró jefe de la expedición a Breda a Ambrosio de Spínola al mando de 30.000 hombres.
En 1609 se firma la tregua de los doce años. Cuando Felipe IV subió al trono en 1621, la tregua finalizó y la guerra comenzó de nuevo. Felipe IV quería recuperar esa plaza tan importante desde la cual se podrían hacer otras conquistas. Felipe IV nombró jefe de la expedición a Breda a Ambrosio de Spínola al mando de 30.000 hombres.
En el cuadro, Ambrosio Spínola, recibe del gobernador holandés Justino
de Nassau, las llaves de la ciudad de Breda, rendida tras un largo asedio de un
año por parte de las tropas españolas. El hecho, sucedido el 5 de junio de
1625, se consideró un episodio clave de la guerra.
UNA OBRA DE PROPAGANDA POLÍTICA
UNA OBRA DE PROPAGANDA POLÍTICA
La obra tiene una clara finalidad de propaganda política. Insiste en la clemencia de la
monarquía hispánica. Velázquez
no representa una rendición normal. Spínola levanta al vencido para evitar su
humillación. Velázquez no se recrea en la victoria. La batalla
tan solo está presente en el fondo humeante. El pintor centra la atención en el
primer plano en el que se desarrolla no tanto el final de la guerra como el
principio de la paz.
La historia nos dice que Breda volvió para siempre a manos holandesas en 1639.
La historia nos dice que Breda volvió para siempre a manos holandesas en 1639.
LOS PERSONAJES
El centro de la composición es la
llave y los dos generales. El grupo de los soldados españoles aparecen a la derecha, tras el
caballo. Sin duda representados como hombres experimentados, llevan sus picas en alto.
A la izquierda se sitúan los holandeses, hombres jóvenes sin experiencia, cuyo
grupo cierra el otro caballo.
Velázquez
representa con realismo al general
Spínola pues le conocía personalmente. Un realismo semejante y caracterización individual se aprecia
en los rostros de los soldados que están tratados como retratos aunque no se ha identificado a ninguno de
ellos. Hay un posible autorretrato de Velázquez, el último hombre de la derecha.
LA COMPOSICIÓN
Es
clásica y está estructurada a través de dos rectángulos: uno para las figuras y otro para el paisaje. Por un lado en el
rectángulo de las figuras, en la parte de abajo, podemos ver cómo las cabezas de los
soldados forman una línea horizontal que se contrapone con las verticales de las
lanzas.
Por otro lado en el otro rectángulo, en la parte de arriba, podemos ver el paisaje en el fondo del cuadro. Este fondo está dominado por una imagen de la batalla, representada a través de la perspectiva aérea: las humaredas y la zona de Breda.
Por otro lado en el otro rectángulo, en la parte de arriba, podemos ver el paisaje en el fondo del cuadro. Este fondo está dominado por una imagen de la batalla, representada a través de la perspectiva aérea: las humaredas y la zona de Breda.
La
perspectiva aérea permite que el ojo del espectador pueda captar la profundidad
del cuadro, de los objetos o personajes representados, de una forma natural. Es
decir, los objetos que están más cerca del espectador son de mayor tamaño, y
los que están más lejos van disminuyendo de tamaño. Esto, que parece
absolutamente evidente cuando nosotros miramos lo que nos rodea, fue realizado en
la pintura por primera vez con gran éxito por Velázquez.
ALGUNAS CARÁCTERÍSTICAS ARTÍSTICAS
El
cuadro es una excelente muestra del dominio del autor: su gran habilidad para introducir cuatro elementos en sus lienzos: el aire, la atmósfera, la luz y el paisaje, su especial maestría en los retratos y la perspectiva
aérea.
La técnica pictórica que utiliza aquí el artista no es siempre la misma sino que se adapta a los
materiales que representa: bien compacta,
como en la capa de la figura de la izquierda, o bien suelta, como en la banda y armadura de Spínola.
El color de este cuadro es
especial. El ocre y el pardo son habituales en la paleta de Velázquez. Estos
colores se ven en la parte de abajo fundamentalmente, pues es la tierra. Aparecen
además colores vivos: verdes, carmines, azules y blancos. Estos colores vivos a
veces sirven de contraste, como puede verse por ejemplo en los soldados
españoles. Las bandas rosas y los cuellos blancos hacen un fuerte contraste con
el color negro de sus armaduras.
Si quieres conocer más curiosidades de este cuadro, te invito a ver este vídeo.
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