miércoles, 16 de marzo de 2016

P Un viaje en busca del amor...

EL VIAJE SECRETO DEL HEREDERO DE INGLATERRA POR AMOR
Velázquez - María de Hungría (Museo del Prado, 1630).jpg
María de Austria
(Diego de Velázquez, 1630)
(https://es.wikipedia.org)
Después de unos años de lucha entre Felipe II de España e Isabel I de Inglaterra, la llegada al trono de Inglaterra de Jacobo I, llevó consigo un período de paz entre ambos países. Felipe III y Felipe IV también mantuvieron la paz e incluso Felipe IV intentó llegar a un acuerdo matrimonial con Inglaterra: la boda de Carlos Estuardo, Príncipe de Gales y la Infanta Doña María de Austria, hermana del mismo Felipe IV.
Las negociaciones fueron largas. Como los dos reinos no se ponían de acuerdo, en marzo de 1623, el Príncipe de Gales y el Duque de Buckingham recorrieron medio continente y viajaron en secreto a Madrid. El Príncipe venía en búsqueda de su amada. Ambos se presentaron en la casa del Embajador de Inglaterra, que rápidamente les reconoció.

UN PRÍNCIPE ROMÁNTICO HUMILLADO
El Príncipe de Gales, que era un gran romántico, pensaba que la Infanta se entregaría en sus manos rápidamente. Sin embargo no sabía que Doña María de Austria había prometido meterse monja si le obligaban a casarse con el Príncipe hereje.

 

El Conde Duque de Olivares, que era el ministro-valido de Felipe IV preparó una gran serie de fiestas y muestras de amistad al Príncipe de Gales. Sin embargo la Infanta no se dejó convencer, pues los negociadores españoles habían puesto sus condiciones para poder casarse con él: el futuro Rey había de convertirse a la religión católica y dejar de perseguir a los católicos en su país.

LAS CONSECUENCIAS DE LA HUMILLACIÓN
Charles I (1640).jpg
Carlos I de Inglaterra y de Irlanda
(Van Dyck, 1636)
(https://es.wikipedia.org)
No hubo acuerdo entre España e Inglaterra y Carlos, Príncipe de Gales, se marchó de España humillado y prometiendo vengarse. Dos años más tarde, en 1625, los ingleses atacaron Cádiz y fueron derrotados.
El Duque de Buckingham, que era cada vez más impopular en Inglaterra, fue asesinado en 1629. En 1640 estalló la guerra civil en Inglaterra, una de cuyas consecuencias fue la ejecución de Carlos I en 1649. Como curiosidad decir que en la novela El capitán Alatriste, así como en la adaptación al cine de este libro, aparece el Príncipe de Gales junto al Duque de Buckingham en su visita secreta a Madrid a la que antes hemos hecho referencia en 1623.

(Tomado de http://www.abc.es y modificado por José I. Iglesia Puig sm el día16 de Marzo de 2016)

lunes, 7 de marzo de 2016

H La expulsión de los Jesuitas

Emblema de los Jeuitas
(www.aciprensa,com) 
La expulsión de los jesuitas del Imperio español en el año 1767, fue una medida firmada por Carlos III dentro del ambiente hostil hacia esta orden religiosa en la Ilustración, sacudió profundamente la Cristiandad. Al fin y al cabo, la Compañía de Jesús estaba fundada por españoles y muy vinculada a la historia de nuestro país, desde la Contrarreforma a la evangelización de América. 
Las razones oficiales para justificar la deportación achacaban a los jesuitas haberse enriquecido enormemente en las misiones, haber intervenido en política contra los intereses de la Corona y hasta perseguir el asesinato de los reyes de Portugal y de Francia. Eran mentiras o, en el mejor de los casos,exageraciones para ocultar una respuesta aún más sencilla: se habían convertido en unos intrusos de su propia casa. 

LOS INICIOS DE LOS JESUITAS 
San Ignacio de Loyola
(www.jesuitasaru.org)
El día 15 de agosto de 1534, Ignacio de Loyola, un antiguo militar y consejero de Carlos I destinado a convertirse en santo, juró junto a sus siete seguidores más fieles en Montmartre (París) «servir a nuestro Señor, dejando todas las cosas del mundo». Después de los votos de Montmartre, se incorporaron al núcleo tres jóvenes franceses y se dirigieron en peregrinación a Jerusalén, que no pudieron alcanzar debido a la guerra entre Venecia y el Imperio Otomano. Por esta razón, el grupo se dirigió a Roma, donde fundaron tras largas reflexiones la Compañía de Jesús, que fue aprobada el 27 de septiembre de 1540 por Paulo III. 
La Compañía de Jesús fue un instrumento fundamental de la Iglesia católica durante la Contrarreforma y varios de sus miembros se destacaron en el Concilio de Trento, que sirvió para aclarar diversos puntos doctrinales y combatir desde la teología el cisma surgido con el movimiento protestante. Desde su origen, los jesuitas profesaron los tres votos normativos de la vida religiosa (obediencia, pobreza y castidad) y, además, un cuarto voto de obediencia absoluta al Papa, «circa misiones», que es el motivo, precisamente, de que los estados comenzaran a desconfiar de la orden a partir de la Ilustración. 

LOS REGALISTAS CONTRA LOS JESUITAS 
La actitud inflexible de los defensores de los derechos de la Santa Sede contra los regalistas (los defensores de los derechos privilegiados de la corona en las relaciones con la iglesia) fue la causa de fondo de todas las disputas que acontecieron a los jesuitas. En 1759, el Reino de Portugal encerró en el calabozo a 180 religiosos en Lisboa y expulsó al resto acusando a la orden de instigar un atentado contra la vida del Rey. Tres años después, en 1762, Francia usó el mismo argumento y declaró su ilegalidad. 

LA EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS EN ESPAÑA 
Ilustración que muestra a un grupo de jesuitas siendo embarcado para su expulsión
Jesuitas embarcando para su expulsión
(www.abc,es)
Pese a que los jesuitas habían ejercido un papel destacado durante los reinados de la dinastía Habsburgo, cabe recordar que Carlos I era amigo personal de Ignacio de Loyola, su auténtica ascensión «política» se produjo con la llegada de los Borbones a la Monarquía de España. Así, tanto Felipe V como Fernando VI tuvieron confesores jesuitas. Sin embargo, la caída de la Compañía de Jesús comenzó a gestarse poco después, en 1754 con la llegada al poder de un gobierno significativamente anti-jesuítico. 
Carlos III de España, compartía desde la infancia el recelo de su madre, la Reina Isabel de Farnesio, sobre las intenciones de esta orden religiosa. Bajo la acusación de estar detrás de los motines populares del año anterior –conocidos con el nombre de Motín de Esquilache–, Carlos III firmó la Pragmática Sanción en 1767 que dictaba la expulsión de los jesuitas de todos los dominios de la Corona de España, incluyendo los de Ultramar y decretaba la incautación del patrimonio que la orden tenía en el imperio. Sin embargo, las verdaderas causas que motivaron la medida hay que buscarlas más allá de las revueltas sociales,donde la implicación jesuita nunca ha podido demostrarse. 

CARLOS III AMPLÍA LA PERSECUCIÓN 
Carlos III de España
(Manuel Salvador Carmona)
(www.biblioteca.ucm.es)
Con gran sigilo, en la madrugada del 2 de abril de 1767, las tropas reales acudieron a las 146 casas de los jesuitas y les comunicaron la orden de expulsión contenida en la Pragmática Sanción. Fueron deportados de España 2641 jesuitas y de las Indias 2630. Los primeros fueron acogidos inicialmente en la isla de Córcega, perteneciente entonces a la República de Génova. Y el Papa Clemente XIII se vio obligado a admitirlos en los Estados Pontificios cuando los franceses tomaron la isla de Córcega. 

LA SUPRESIÓN 
Y LA RESTAURACIÓN DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS 
No obstante, la guerra de Carlos III contra la Compañía de Jesús continuó tras su salida de España. El papa Clemente XIII resistió las presiones de los monarcas europeos que pedían la supresión total, pero la elección de Clemente XIV, conocido por su poco aprecio por los jesuitas, sirvió en bandeja la posibilidad de acabar completamente con la orden. Clemente XIV promulgó el breve «Dominus ac Redemptor» donde suprimía la Compañia de Jesús y decretaba la conversión de los jesuitas en miembros del clero secular. No en vano, algunos se negaron a acatar la decisión y se refugiaron en el reino de Prusia y en el Imperio Ruso, donde fueron protegidos por sus respectivos soberanos. 
Casi medio siglo después, en el contexto de la Restauración de 1814, el papa Pío VII emitió la bula «Solicitudo omnium Ecclesiarum», que restauraba la Compañía de Jesús. En España, el nieto de Carlos III, Fernando VII, autorizó inmediatamente su vuelta.

(Tomado de http://www.abc.es y modificado por José I. Iglesia Puig sm el día 7 de Marzo de 2016)