viernes, 22 de junio de 2012

P El Cid, leyenda e historia

Iniciamos con El Cid una nueva sección en este blog: Personajes de la Historia de España. Queremos acercaros algunos de los personajes que de una manera u otra han destacado en la historia de nuestro país. Personajes sin los cuales no es posible comprender la historia de España. Personajes que, junto a personas normales de la calle, hicieron algo inesperado, sorprendente, único en la historia de España.

"El Cid, leyenda e historia" se divide en dos partes. En esta primera parte, de la mano de varios expertos, podrás conocer un poco más a El Cid literario. Varias personas nos van a explicar detalles curiosos sobre El Cantar del Mío Cid. El valor literario de esta obra es incuestionable. Es la primera obra conocida escrita en lengua castellana ya en el siglo XIII. 
El Cantar del Mío Cid es un cantar de gesta. Recitado por los juglares en la Edad Media, recoge en sus tres partes algunos de los episodios de la historia del protagonista: El destierro, las bodas de las hijas del Cid y la afrenta de Corpes. A pesar de las dificultades, El Cid se nos presenta como un buen vasallo, al servicio de su Rey, movido solamente por la honra. 
A El Cantar del Mío Cid, en su versión ya escrita, se le añadieron posteriormente dos partes más: Las Mocedades del Cid y La historia de Cardeña. Sin ellas, tal y como nos explican los expertos, es imposible comprender al personaje, comprender y conocer al verdadero Cid.




En la segunda parte de este vídeo, la figura histórica de El Cid se hace presente. Es El Cid histórico el que se nos muestra. El caballero nacido en Castilla, al servicio del Rey de Castilla, Alfonso VI, fruto de las incomprensiones con su monarca, El Cid sufre el primer destierro. Marcha entonces a Zaragoza, donde permanecerá un tiempo al servicio de los musulmanes.
Regresa de nuevo a Castilla, pero es evidente que sus relaciones con Alfonso VI no fueron fáciles. Sufre un nuevo destierro con la pena añadida de que se le quitan sus bienes y que no puede volver nunca más a Castilla. Consigue que su familia pueda unirse a él en Valencia. Allí El Cid, después de conquistarla, será el señor de Valencia entre los musulmanes que la habitan.


Allí, en Valencia, lejos de su Castilla, es donde El Cid muere. Es allí, en Valencia, donde un siglo más tarde, nace la leyenda de El Cid. Esta leyenda se ve aumentada, sin duda, por el choque cada vez más claro entre Don Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid histórico y el protagonista de El Cantar del Mío Cid. El poema ya escrito por Per Abbat probablemente en Mayo de 1207 es uno de los libros más importantes de la historia de la literatura española.





El Cid no ha muerto. No murió en aquél año de 1099. El Cid sigue vivo en el teatro, los estudios, las novelas, las películas de cine... que le tienen como protagonista. El Cid sigue vivo en el alma de cada español que, tiene en sí misma tres personajes-mitos que le forman: Don Juan, Don Quijote y El Cid.



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