Los árabes llegaron a la Península Ibérica en el año 711. Desde esta fecha, hasta el año 1492 en el que se termina la conquista del Reino Nazarí de Granada, durante más de setecientos años, transmiten y enriquecen con su cultura y su civilización a las gentes de la Península Ibérica. Ya sabemos por historia cómo, de una posición dominante durante el momento de la conquista, poco a poco los cristianos van reconquistando sus tierras y los musulmanes van perdiéndolas.
Por encima de los avatares de la historia, no podemos negar las aportaciones y la herencia musulmana en la Península Ibérica. Estas aportaciones y herencias se muestran de manera privilegiada en el arte. Aquí te ofrezco dos ejemplos de este arte hispanomusulmán.
LA MEZQUITA DE CÓRDOBA (785-990)
En el año 785, ante el aumento de la población
cordobesa, Abd al-Rahman I decide construir una nueva mezquita en el lugar
ocupado por la iglesia de San Vicente. La primera mezquita experimentará, a lo largo de los años, nuevos
añadidos y transformaciones hasta que en el año 990 Almanzor lleva a cabo la última
ampliación.
La organización arquitectónica de las arquerías de
la mezquita cordobesa quedaría fijada en el primer edificio, en el año 785,
tomando posiblemente como ejemplo el acueducto de los Milagros de Mérida. La
novedad introducida por el arquitecto cordobés consiste en la superposición de
dos soportes: una columna abajo y un pilar arriba, y dobles arquerías, el arco inferior es de
herradura y el arco superior es de medio punto. En los arcos destaca la bicromía (dos colores) al
combinar piedra caliza de color blanco y el ladrillo de color rojo.
El mihrab conserva el tradicional arco de
herradura, revestidas sus jambas por dos hermosísimas losas de mármol también
con decoración de ataurique.
En 1523 se iniciaron las obras del crucero de la
Catedral, por mandato del obispo don Alonso Manrique. Hernán Ruiz será el
encargado del proyecto, concluyéndose los trabajos a comienzos del siglo XVII. Los
cristianos del siglo XVI, ¡gracias a Dios! no destruyeron semejante obra de
arte que, de esta manera ha llegado hasta nuestros días.
LA ALHAMBRA DE GRANADA (SIGLO XIV)
La Alhambra, el "Castillo rojo" fue edificada en su mayor parte en el siglo XIV. Desde épocas anteriores existía en esta colina una zona militar con sus torres y murallas.
La Alhambra tiene dos zonas claramente definidas: la zona oficial, donde recibía el sultán de Granada, se encuentra entorno al Patio de los Arrayanes. En este patio se encuentran en perfecta combinación arquitectura y naturaleza. Ambas provocaban la admiración de todos aquellos que acudían al palacio real. Los edificios eran las dependencias oficiales de La Alhambra. Allí se encuentran el Mexuar (lugar donde se impartía la justicia) y el Salón de Embajadores para recibir las visitas oficiales.
La segunda zona de La Alhambra es la zona privada donde vivía el sultán con su familia. Esta zona está entorno al Patio de los Leones. Alrededor de este patio hay varias salas que eran las dependencias privadas de la familia real. Aquí también encontramos varias salas que nos muestran la riqueza y el gusto musulmán. Podemos destacar la sala de Abencerrajes o la sala de las Dos Hermanas. Ambas son famosas por su decoración.
Alrededor de estas dos zonas, púbica y privada, existían una gran cantidad de jardines y edificios más pequeños. La naturaleza, las plantas y el agua, muy importantes en el arte hispanomusulmán, se combinan perfectamente con la arquitectura hasta lograr uno de los complejos artísticos más importantes y bellos de la historia de la humanidad.
El recinto de La Alhambra se transformó mucho después de la conquista del Reino de Granada en 1492, ya desde la época de los Reyes Católicos y en especial durante el reinado de su sucesor, Carlos V.
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